"Piensa el ladron, que
todos son de su condicion" ¡Que rico es el refranero español!
Pero no, tranquilo. Esto no va de
contestar a UGT. En las guerras, cada bando cuenta su version e interpreta "su"
historia y, como en las tertulias, cada cual "habla de su libro".
Y no. Al menos nosotros no vamos a someter
a los trabajadores a una "rueda de historias" que, ademas de no llevar a ningun
sitio pretenderian, desde la razon de cada uno, la sinrazon de los demas. Y no.
Ni queremos faltarles al respeto, ni insultar su inteligencia. Entendemos que es
prioritario tratar de explicarles cual es la situacion actual, y a donde nos
puede llevar.
Y da igual lo que haya pasado antes, o
como ha pasado, o quien fue el que tiro la piedra, y quien escondio la mano.
Todos tenemos estrategias con las que tratar de llegar a los objetivos marcados,
y no siempre van en linea recta. Pero estamos donde estamos y cada uno tenemos
nuestras ideas, nuestra posicion, nuestras razones y nuestra responsabilidad,
ajustada a nuestro nivel de representatividad por supuesto. Y por eso y por
principios, nosotros pretendemos respetar las de los demas, en la esperanza de
que los demas respeten las nuestras.
Incluso nuestro derecho a poder cambiar de
opinion, si asi fuera el caso, en funcion del momento concreto, de contrastar
informaciones y actuaciones incluso de indole juridica, del analisis y de la
realidad de las propuestas y/o de su significacion y trascendencia� Y si, en el
ejercicio de nuestro derecho y nuestro compromiso de utilizar nuestras siglas y
nuestra representatividad, en la mejor defensa que entendamos posible de los
derechos e intereses de los trabajadores que, quieran otros o no, es nuestro
unico objetivo.
Pero, a estas alturas, ¿que importa quien
dijo "digo" o quien dijo "diego"? ¿Que importa quien dejo a quien? ¿Que importa
quien rompio la fantasiosa "unidad" sindical?... Tiempo habra cuando todo esto
acabe y llegue el momento, para que cada uno de las oportunas explicaciones y
justificaciones, y para que cada uno asuma sus propias responsabilidades ante
quienes se las pidan o exijan: internamente en sus propias organizaciones, y
externamente a los trabajadores.
Lo que importa es saber y explicar donde
estamos y lo que cada opcion representa o puede suponer.
Es claro que a dia de hoy hay una opcion,
abanderada por UGT, que desde su atalaya de mayoria absoluta ha apostado por ir
directamente a un arbitraje y, por tanto, han de ser ellos los que expliquen
abiertamente en que consiste su propuesta y cual es su alcance. Tan facil como
explicar en que consiste un arbitraje, como han hecho en su comunicado.
Y por eso, probablemente y volviendo a los
hechos, lo mas urgente, pero tambien lo mas claro y lo mas facil, es que hagan
publico ese pretendido acuerdo con la Empresa sobre el arbitraje, y sobre todo
los terminos de su contenido para poder evaluar su alcance. ¿Por que no lo han
hecho a pesar de que han pasado ocho dias desde su anuncio?
Pero, ¿y nosotros donde estamos?
Nosotros entendemos, en primer lugar, que
todavia existe margen y tiempo para seguir negociando y, lo que es mas
importante creemos que hay posibilidades de llegar a acuerdos. Entre otras cosas
porque, ademas de las consabidas medidas de presion (encierros, pitadas, posible
huelga, etc.), importantes si al menos en esto se hubiera mantenido la unidad de
"accion" hasta un resultado final, creemos contar con una medida de presion lo
suficientemente importante como para forzar una negociacion definitiva: el
mantenimiento de los recursos al Tribunal Supremo.
Por eso nos parece precipitado ir
directamente al arbitraje. Bueno, por eso y, tal vez, porque tambien nos parece
intencionado y premeditado. Pero, perdon. Esto podria entrar en el campo de las
elucubraciones, y hemos dicho que de esto no ibamos a hablar.
En segundo lugar, porque no se ha
explorado la existencia del mediador en la negociacion cuya tarea va mas alla, o
no solo es la de "�facilitar la
comunicacion y el proceso de negociacion entre las partes con el fin de que
estas lleguen a un acuerdo satisfactorio para ambas�"
Sus tareas fundamentales son las de intermediar tratando de
acercar posturas, hacer propuestas a las partes incluso de un posible acuerdo
final, recoger y "dar fe" del entorno, el contexto, las posiciones y voluntad
negociadoras, los argumentos� y en su caso certificar un posible acuerdo final,
o incluso el desacuerdo final que contaria con toda esta informacion con las que
las partes podrian acudir a otras instancias finales, si ese fuera el caso.
Y finalmente, y por otro lado, por una
cuestion de Perogrullo: Supongamos que ambas representaciones acordasemos acudir
a un tercero para encomendarle la solucion del conflicto sometidos a su obligado
cumplimiento (arbitraje). Es asumible pensar, desde la experiencia de otros
arbitrajes celebrados y conocidos, que su resolucion acabara siendo una decision
salomonica que tratara de dar solucion desde una posicion mas o menos
equidistante de los planteamientos de cada parte pero, en ningun caso,
coincidente con ellas. ¿Y no resulta extraño, por no decir estupido, que seamos
capaces de aceptar "las mermas" que imponga un tercero ajeno al problema y su
entorno, y no seamos capaces de poner esas "mermas" en juego para tratar de
buscar nosotros mismos los puntos de encuentro? Y si estuvieramos dispuestos a
aceptarlo ¿no estariamos evidenciando que existe margen para negociar y que lo
estamos desperdiciando?
De forma que ahora toca poner las cartas
boca arriba. En primer lugar las que envuelven ese supuesto acuerdo de
arbitraje. Y, a partir de ahi, hablaremos.
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